Hay un relato en mi primer libro de relatos que se titula La jefa. Va de una jefa (claro...) que aprovecha su situación de poder en la empresa para sacar el posible lado sumiso de sus empleados, en concreto de uno, que promete bastante en ese sentido.
Así que, cuando vi este anuncio, fue inevitable conectarlo con la historia que yo había escrito. Aquí lo traigo, y ojalá haya más anuncios en esta línea. Es bastante sutil y elegante y no cae en la bajeza de poner de tonto a nadie, como ocurre en los anuncios machistas que ridiculizan a las mujeres que no consiguen dejar la ropa de un blanco inmaculado, como comenté en esta otra entrada sobre sexismo en publicidad. El empleado-sumiso es alguien interesante y útil que le hace la vida mejor a su jefa-Ama, en contraposición a esos sumisos que presumen de ser gusanos inútiles y que sólo "sirven" para que les recuerden lo inútiles que son.