No me apetece mucho escribir esta entrada pero creo que será mejor que lo haga, porque no puedo hacer como si nada. Hace un año por estas fechas iskandar cometió un error y parece que voy a tener que instaurar la fecha como momento oficial para sus meteduras de pata. Oye, que si una mujer pudiera tener garantizado que su pareja solo va a cometer un fallo al año, habría cola para firmar ese contrato. Pero lógicamente hay más errores y él no es una excepción. Cuando lo comento por aquí es porque el error es de nivel 2 como mínimo. Y por eso le quité el collar, y le dejé una pulsera. Y con la pulsera va a seguir, de momento, por su propio bien. Me explico.
No busco un superhéroe ni un hombre perfecto, entre otras cosas porque no existen. Pero habré repetido mil veces por aquí que busco la actitud perfecta. En su caso hay un problema, que nada tiene que ver con su sumisión y que no voy a contar, por supuesto, y que a corto y medio plazo seguirá estando. Es su problema, pero en cierto modo me salpica a mí. Yo no creo que el amor lo pueda todo, sinceramente, hay batallas que debemos luchar a solas. La Dominación Femenina tampoco es la solución. Quizá, solo quizá, si la mujer dominante fuera una especie de coach con varios masters en psicología, una voluntad y una mano de hierro y unas gotas de poderes mágicos, a lo mejor podría moldear al sumiso como si fuera un trozo de barro. Pero incluso así, no creo que debiera hacerlo. El sumiso es una persona ante todo y tiene que montar su vida lo mejor que pueda y sepa, porque si necesita el apoyo único de su Ama, camina directamente al desastre en cuanto ella se descuide un poco.
No voy a enrollarme más. El error de esta vez tiene puntos en común con el anterior y me parece inadmisible que alguien reaccione de determinada manera. Porque nunca jamás podemos justificar un acto por motivos externos. Ante un mismo hecho, no hay dos personas que reaccionen igual, por eso hay voluntarios en las catástrofes y al mismo tiempo hay ladrones que aprovechan el caos para dedicarse al pillaje. Modestia aparte, me considero una persona bastante maravillosa, y no veo injusto pedir lo mismo a quien pretenda quedarse en mi vida. Él sabe que tengo paciencia, de sobra lo sabe, porque no es fácil apartarme a un lado cuando, por motivos ajenos a mí y difíciles de evitar por su parte, no decido yo el ritmo de la relación. Esto es un tirón de orejas y al mismo tiempo un mensaje de apoyo. Sé que tienes potencial para muchas cosas, iskandar, y espero que no eches a perder tu futuro por esos defectos que debes corregir. Como siempre me dices en tu mensaje de buenas noches: un beso muy muy grande. Dejo aquí esta escena con toque femdom de una película sobre superación personal, 100 metros, que recomiendo a todo el mundo.
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